
Yo pertenezco a la clase media y mi lugar en la política está a la izquierda. Desde esa pertenencia y ubicación veo en los ataques de AS una falta de tolerancia democrática hacia los que piensan distinto y un tono como de “a los enemigos ni agua” que lamentablemente usó la señora Hebe de Bonafini. (Yo no le voy a dar clase de derechos humanos a la señora, pero tal vez habría que recordarle la Convención de Ginebra sobre prisioneros de guerra)
En segundo lugar discrepo con los argumentos de AS, propios de peronistas vergonzantes, repetidos con múltiples variaciones por los intelectuales K en Página 12 donde defienden un supuesto programa “nac & pop” que en realidad nadie conoce. Los argumentos de AS son toscos desde un punto de vista sociológico y muy elementales y simplistas en cuanto a lo político.

José Natanson (http://www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-109878-2008-08-17.html) incluye en la clase media baja a “cuentapropistas de calificación media tipo plomeros o gasistas, empleados industriales con convenio, trabajadores con ingresos bajos pero sistemáticos, empleados de los rangos más bajos en el sector servicios.”
¿Clase media o estereotipo? De acuerdo con lo anterior, a nadie se le ocurriría lanzar al boleo críticas generalizadas hacia la clase media, salvo que, como en el caso de AS, se base en la creación de un estereotipo. Para él la clase media está representada por una señora del barrio Norte (la ubica exactamente en Laprida y Mansilla) que en el 82 “llenó la plaza porque creía en sus generales”, en el 95 votó a Menem, en el 2001 salió a cacerolear por su plazo fijo “sin importarle que otros pasaran hambre”, en el 2003 “puteaba a los piqueteros del hambre porque la hacían llegar tarde a la terapia”, en el 2004 “le firmó la papeleta al ingeniero Blumberg”, ahora lo besa a Miguens porque “el gobierno me cae mal, cuestión de piel ¿viste?” y, para colmo de males, vea usted, ¡lee La Nación!
Aquí se impone un consejo: si usted, señora, vive cerca de Laprida y Mansilla, manténgase alejada de Alejandro Seselovsky, por las dudas, ¿me explico?
Nadie duda de que tal personaje (que para un peronista sería una expresión sublimada del gorilismo a ultranza), puede existir, y yo no lo voy a defender porque no me siento identificado con él (o ella), pero basta con repasar los ejemplos que vimos sobre la composición de la clase media para comprender que esa señora no la representa y que por lo tanto AS erró en la elección del destinatario de su diatriba; como está enojado con esa señora que perturba su imaginario, se descarga insultando a toda una clase social. No advirtió algo tan elemental como que ponerle atributos, virtudes o defectos a grandes grupos humanos suele conducir a grandes errores y caería también en esos errores quien pretendiera hablar de las virtudes de la clase media.