lunes, 3 de mayo de 2010

Un poco más de respeto

Un poco más de respeto. Así se titula la nota de Eduardo Aliverti en Página 12 de hoy, y dice: “Estamos en democracia, para empezar por una perogrullada que, sin embargo, alguna gente parece perder de vista con extrema facilidad.”
Volvé a leerlo con cuidado. Eso me parece muy acertado y no creo que haya alguien que, por una razón o la opuesta, opine lo contrario.
A continuación EA se queja de que en lugar de democracia se hable de “el régimen”, “sistema burgués”, “fantochada institucionalista”, “partidocracia”, “monarquía constitucional” u otros “términos de vitupero”.

Más adelante, después de repasar los horrores de la dictadura militar, EA se pregunta: “¿Nos pasó todo eso y por unos afiches de mierda y una escenografía de juicio vienen a decirnos que esto es una dictadura? ¿Pero qué carajo les pasa? ¿Dónde están viviendo?”

Me parece bien que se pida más respeto, yo me sumo a ese pedido, porque me parece una falta de respeto:

Que se haya favorecido la concentración monopólica al aprobar la fusión de Cablevisión y Multicanal.
Que en las campañas presidenciales se reciban aportes de origen dudoso.
Que algunos candidatos a presidente se nieguen al debate público.
Que se cite a elecciones antes de lo establecido por la ley.
Que se postulen a cargos electivos personas que no piensan asumir.
Que no se aclare el asunto de los fondos de Santa Cruz expatriados en 2001.
Que el mensaje del Ejecutivo al abrir las sesiones parlamentarias sea un discurso improvisado.
Que la presidenta insinúe que los opositores son unos perros.
Que la presidenta haya sido directora de una consultora financiera mientras ejercía la presidencia.
Que la presidenta no respete el protocolo y llegue tarde a reuniones con autoridades extrajeras.
Que el marido de la presidenta intervenga en el manejo de la economía del país.
Que la presidenta vete una ley aprobada por unanimidad de opinión de los representantes de la ciudadanía.
Que se arruine el INDEC y lo colonice una patota.
Que todos los meses se falseen los datos estadísticos del país.
Que en la televisión pública no haya pluralidad de opinión.
Que se fomente el juego de azar y se otorguen concesiones hasta 2030.
Que se hable de tren bala cuando la gente viaja como viaja.
Que se invite a Antonini Wilson a la Casa Rosada y no se le impida salir del país.
Que se hagan negocios con tierras fiscales estando en la función pública.
Que la fiscal que investiga esos negocios sea una de las personas involucradas, hija de otra involucrada y sobrina de otro involucrado.
Que no se cumpla con anuncios hechos desde la tribuna, como las grandes inversiones chinas, los créditos accesibles para la vivienda, los viajes financiados para jubilados, las lámparas de bajo consumo, etc..
Que no haya conferencias de prensa con cierta frecuencia.
Que en las pocas conferencias de prensa que hubo se ofenda o se humille a los periodistas.
Que la presidenta y su marido presenten ante la AFIP declaraciones juradas con datos dudosos e incongruencias.
Que la presidenta haya estado inscripta en la AFIP como monotributista.
Que cada tanto haya un blanqueo impositivo para beneficiar a evasores y blanquear plata sucia.
Que haya empleados estatales con contratos precarios, es decir, en negro.
Que en la Aduana se haya desmantelado el Sistema María para el control del contrabando.
Que se desactiven los organismos de control recortando sus funciones o nombrando funcionarios amigos.
Que se emplee a barrabravas para hacer propaganda oficial en las canchas de fútbol.
Que se gasten millones de pesos en la compra de trenes y locomotoras de los que sólo funcionan algunos.
Que algunos gobernadores tengan que bajarse los pantalones para conseguir lo que les corresponde.
Que decenas de miles de jubilados, como Badaro, tengan que recurrir a la justicia y esperar 4 o 5 años para obtener lo que les corresponde.
Que la ONCAA otorgue subsidios fraudulentos.
Que el personal de Aerolíneas se aloje en un hotel de los Kirchner.
Que la presión de la CGT alcance para voltear a la Secretaria de Salud.

Que seguramente hay otras cosas que ofenden a la ciudadanía y que ahora no recuerdo y muchas sospechas de corrupción que está investigando la justicia y me abstuve de incluir. Entonces, ¡un poco más de respeto! Y tal como EA se pregunta ¿qué carajo les pasa? aludiendo a opositores que usan un lenguaje inadecuado, yo me pregunto ¿cómo es posible que algunos periodistas se enfurezcan por el uso de “términos de vitupero” y de todo eso que acabo de mencionar no digan nada? ¿Pero qué carajo les pasa?

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