Hace unos días murió Pasquini Durán, un periodista al que leía desde hace años. Últimamente, muchas veces no estaba de acuerdo con él, como en la nota que escribí el 23 de enero de 2010 titulada No todo es lo mismo, y que aquí, pese al disenso, incluyo como homenaje.
Dice Pasquini Durán en Página 12: “La atomización política que resultó de la crisis del 2001/02 se acentuó debido a la posterior ausencia de una alternativa creíble y legítima de gobierno para el electorado que, a la hora del cuarto oscuro, sin una guía predominante, repartió favores a diestra y siniestra. Ayer Macri, ahora Solanas, dale que va, todo es igual...”
Me parece que no es así. PD resuella aquí por la herida porque el candidato que él votó no alcanzó ni siquiera el tercer lugar. En la Capital Federal, a la que se está refiriendo por los políticos que cita, no sólo no todo es igual sino que hay una constante: el peronismo nunca gana, y eso ocurre porque no tiene ningún candidato presentable ante una sociedad que en general no se chupa el dedo. En la última elección, por ejemplo, Carlos Heller, candidato del Frente para la Victoria, resultó cuarto. Los peronistas no se animaron a poner ninguna figura propia para evitar el papelón. Por lo tanto, no es cuestión de “dale que va” como dice PD.
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