Ideas y propuestas

Tanto en el discurso de Néstor como en el de Cristina, aparece últimamente la expresión "No se les cae una idea" refiriéndose a la oposición. En sintonía con la pareja, Mario Wainfeld opina lo mismo: “El mínimo común denominador es objetar y obstaculizar todas las propuestas del oficialismo, (...) no hay un ápice de discusión programática o de proyectos (...)” (Página 12, 16/2/10).

Sin embargo, a partir del próximo comienzo de las sesiones ordinarias del Congreso, la oposición se dispone a tratar una serie de proyectos, entre los que se destacan la normalización del INDEC, la reforma del Consejo de la Magistratura para evitar su manipulación por parte del oficialismo, la prohibición de la minería a cielo abierto, la reforma al régimen de los partidos políticos, etc. Posiblemente también se discutirá el regimen de los decretos de necesidad y urgencia (¡bravo, Agamben!) y el otorgamiento de los llamados superpoderes. Seguramente no se hablará del tren bala pero con un poco de suerte quizás se considere un proyecto sobre infraestructura ferroviaria.

Que sean buenas o malas, pocas o muchas, es discutible, pero es injusto decir que no hay ideas. Para demostrarlo baste el siguiente ejemplo. El subsidio a la niñez (que no es universal como le gusta decir al oficialismo), fue una oportuna medida de gobierno, y es similar al proyecto de Plan de Asignación Universal por Hijos presentado por Elisa Carrió hace mucho tiempo y que en el Congreso siempre fue cajoneado por el oficialismo. Hubiera sido honesto, de parte de CFK, reconocer que, aunque ella lo implementó, el proyecto era de Carrió. No lo hizo, prefirió quedarse con los laureles y además se queja de que falten ideas.
Estamos hablando de ideas políticas, no de un plan de gobierno. De esto nos ocuparemos en otra oportunidad.