Sobre el acto de las Madres de Plaza de Mayo del 29 de abril no me voy a extender en comentarios. Me pareció una representación teatral al aire libre, una caricatura de lo que debe ser un acto político. Comparto la opinión de Alfredo Leuco que reproduzco en parte a continuación.
“(...) El linchamiento público que intentó hacer Hebe Bonafini quedó aislado y solo multiplicó los rechazos. Hubo una escasa presencia de 300 convencidos, testigos que se bajaron sobre la hora, ausencia de los artistas que suelen abrazar a las madres de la plaza y algún funcionario de menor rango. El kirchnerismo resolvió no criticar públicamente esa desmesura pero dio un paso al costado y se lavó las manos. Entendió rápidamente que ese tribunal popular tenía poco de tribunal y nada de popular. (...)”
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