Las rateadas no tendrán sanción. "Ni complacencia ni sanciones." Esa fue la recomendación del ministro de Educación de la Nación, Alberto Sileoni, a sus pares de todas las provincias frente al fenómeno de las rateadas estudiantiles convocadas por Facebook. "Tenemos que entender que estos chicos están queriendo comunicar algo, tenemos que escucharlos (...) dijo el ministro.
El tema fue tratado ayer en la reunión del Consejo Federal de ministros. Con más tranquilidad que preocupación, Sileoni dejó en claro algunos principios: las redes sociales no son malas en sí, sino que hay que usarlas responsablemente y los padres deben ser detractores de estas propuestas.
Me parece muy mal. Evidentemente el ministro Sileoni y los ministros de educación de las provincias no leen este blog (peor para ellos) o no aceptaron la propuesta que les hice el 7 del corriente (*). Allí les sugería una solución justa y eficaz para este problema.
Lo de no complacencia sobra, no debió mencionarlo. Nadie puede imaginar que los ministros se sintieran complacidos con las rateadas. Por el contrario, hay algo que falta. Porque si bien es cierto que a los chicos hay que escucharlos, no es menos cierto que ellos deben escuchar. ¿Y cuál es el mensaje que reciben los chicos de la máxima autoridad educativa del país? Que no habrá sanciones. ¡Viva la pepa! El mensaje debió ser otro: que los estudiantes tomen conciencia de la enorme pérdida que representa para ellos y para el país semejante pérdida de horas de clase.
Fijate que mi propuesta no incluía sanciones, pero tenía un mensaje implícito: ¡hay que trabajar! El calendarios escolar tiene 180 días de clase y hay que cumplirlo, con o sin rateadas. Estoy seguro de que los chicos hubieran tomado muy en cuenta ese mensaje, y chau a las rateadas colectivas.
(*)
http://blog-de-al.blogspot.com/2010/05/propuesta-pedagogica.html
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