"El apellido, la formación académica, el abolengo de los dueños de la tierra lo diferenciaban (...)" dice Mario Wainfeld en el mismo diario, sin embargo, el emblemático José Alfredo Martínez de Hoz es noticia hoy porque va a la carcel, por supuesto que no por su árbol genealógico, sino por sus delitos.
"El trazo biográfico es tan grueso que parece el villano clásico de una historieta. Ya son pocos los villanos así, Martínez de Hoz forma parte de una raza en extinción." Agrega Bruschtein
Tiene razón, pero pongámoslo en positivo; villanos como él todavía existen y no sé si son pocos. Y la raza de hombres a la que se refiere todavía no se ha extinguido.
Muchas cosas cambiaron en el país desde el comienzo de la saga de los Martinez de Hoz. La esclavitud, por ejemplo, fue abolida, sin embargo, el gracioso regalo de tierras en la Patagonia todavía continúa. En esto el cambio fue sólo cuantitativo; en lugar de millones de hectáreas ahora se regalan pequeñas parcelas, aunque no tan chicas como para que no produzcan fabulosos negocios.
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